Bebamos de nuestros cuerpos, quitemos la sed de sabiduría.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Cuando las luces se apagaron, comencé a tener un sentimiento de frío en mis pies y unos fuertes escalofríos que terminaban en mi nuca, haciendo que mi cuerpo se balancee sacudiéndose. 
Allí lo sentí, me di cuenta que no recordaba de donde venía, como si la historia no habría comenzado desde el principio.
Por la calle la gente no parecía verme, como sino estuviera allí. En ese momento, me di cuent
a de que estaba muerta y tenía que sufrir vagando por la tierra.
Ya no podía vivir en mi casa por que había sido vendida a una pareja y no quería ver lo "achuchones" que iban a tener al menos dos meses en mi cama.
No tenía a nadie en vida para que me creme y mi alma volara en paz. La única opción que quedaba para no vagar aburrida por el resto de la eternidad, era llegar al infierno, en donde todo es diversión, a cambio de un cierto precio.
En la mayoría de los casos, hacer pactos con Satanás hacía que todo fuera genial hasta que algo salía mal.
Lo dude..
pero.. ¿Qué más da? ya no tengo nada que perder, al menos mi alma muerta sería importante para alguien, aunque sea un señor de las tinieblas..
Que drama... hasta en la muerte me hago la pobresita...
ups.. Morí

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