Mayra, allí sentada. Sólo está en la punta de su cama tratándose de calmar, es la única forma que tiene de volver a la realidad. Un mal sueño, eso es lo que cree que tuvo. Pero yo creo que fue más que eso. Está enojada y tiene una segunda realidad. Una segunda persona que le grita por los hombros, gritale, matalo, que no te rompa más de las que ya te jode el pueblo. Y tal vez en algún momento pensaba que la culpable era ella, que el exceso de enojo era todo suyo. Pero realmente sabe que no, esta encima suyo todo el tiempo.
Su verdadera realidad la levanta, la lleva al baño y luego a la cocina. Le hace tomar un vaso de leche, que tanto le gusta. Vuelve, se mira al espejo. Todo está diferente. Ya está.
Está en su cama y se tapa, pero se queda sentada. Su madre la ve desde la puerta de la habitación y le hace la pregunta de si está bien. y claramente no lo está. Se acuesta y listo. Todo pasó. Ahora realmente está tranquila.
Es todo cuestión de segundos. Mierditas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario