Mil ojos que observan,
un alma que vuela.
En una cueva uno escapa,
fugitivo de esos ojos.
Nada lo deja respirar,
está atado a sus actos...
Se encuentra con otra,
que escapa de una torre;
escapó de sus flores,
tanto color la espanta;
y sin nada que hacer
atada a su libertad.
Almas diferentes,
eso atrae al otro.
entrelazan personalidad,
intercambian colores.
Ya no son observados por otros,
se analizan uno al otro.
Ya no tienen miedo de vivir,
tienen miedos de si mismos,
pero no de sus destinos.
tener coraje ante el extraño,
amando su odio,
odiando sus metas.
Son enviados de un horizonte,
no tienen frontera ni destino.
Aprovechan el instante,
que los lleva a su instinto.
Caen en una agonía infinita,
no saben lo que quieren.
No saben lo que les espera,
sólo violentan la naturaleza,
con sus exquisitos Deseos
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