Bebamos de nuestros cuerpos, quitemos la sed de sabiduría.

martes, 12 de junio de 2012

Yo me enamoré de ese cuerpo inanimado,
Dejando lo que quería de lado.
Me dediqué a apreciarlo y notarlo,
me dediqué a que sea algo dentro de él.


Pero sólo era un cuerpo muerto,
algo que no quería ni moverse, ni ser.
Ese amor era un suicidio,
estaba lejos de poder ser feliz.


Aunque muestre una sonrisa,
siempre tenía el descontento dentro.
Un día me besaba,
y otro día ya ni me hablaba.


Pero sólo era mi imaginación,
eran sueños que no quería ver.
Por que seguía enamorada,
de ese cadáver que vi ayer.

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