Bebamos de nuestros cuerpos, quitemos la sed de sabiduría.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Libre Naturaleza

Esa guitarra suena como pajaritos hambrientos, y la gente canta al verse contentos con el sonido que sale de este hermoso instrumento.
   Esas voces compuestas por la onda de alegría me recuerdan a mi madre, que dulcemente, me relataba al oído.
Esos dulces cuentos me dormían hasta lo más profundo.
  Aunque ahora todo sea diferente, yo aun te quiero.
   Tu voz era mejor que la mía, pero al cantar, mi voz sonaba diferente en esa soledad.
 Está rodeada de de desiertos y el eco es infinito.


Dónde están las luces querido? que me llevan hasta lo más profundo de mi mismo.
   Buenos pensamientos inundan tu mente,  ese gran amigo mostrará su verdadero ser. Ahí sabrás el demonio que cultivó dentro de él.
   Miremos a nuestro alrededor, tal vez todo sea como él,   o tal vez no..
Busquemos su interior.

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