San cristobal, 1994. Laura iba hacia la escuela, era madrugada de miércoles, llegando a la esquina prende un cigarrillo, la llama del encendedor parece aumentar lentamente. La ceniza se cae, suspira despacio pero profundamente y sus pasos se escuchan infinitos.
Se sienta sola en el escalón de la escuela, como esperando algo que nunca llegará.
Los chicos y chicas de su curso pasan junto a ella. No la saludan y la miran con desprecio.
Termina de fumar, entra al colegio. Se sienta en el fondo en una meza sola. Cada movimiento que hace parece ser vigilado por todos, o por nadie.
Sale del colegio, va hacia la calle lejos de todos, fuma un cigarrillo, sola, como su vida. Vuelve con pasos débiles a su casa. Su madre no está. Se acuesta en su cama y se pone a pensar.. a soñar.. se duerme profundamente hasta que se ve obligada a despertarse por una pesadilla en donde toda la escuela se ríe de ella al tropezarse.
Fuma otro cigarrillo, pone música, escucha Patti Smith, su cantante punk preferida.
Sigue pensando hasta que arma un bolso con cosas que sabe que le servirán. Se lava la cara, suspira. Se pone un buzo y sale a la calle. Espera irse lejos a un lugar donde la acepten.
Camina por la gran ciudad, con su bolso y un cigarrillo en la mano. Lleva consigo plata que le sacó a su madre y que encontró en su chanchito de toda la infancia.
Camina varias horas y se encuentra con una mujer alemana que le grita sin entender nada, le grita y la persigue casi corriendo. Laura corre agitada por culpa del cigarrillo.
Se hace de noche y se sienta, a fumar, como de costumbre. Junto a ella aparece un vagabundo quien le habla sobre la vida, de como tiene que evitar algunas cosas, como lo tiene que hacer, etc. Nada de esto le importa a Laura, ya que ella quiere terminar su vida.
Esa noche duerme en un hotel abandonado con una manta que traía encima. Sufre del frío pero no se queja. Al otro día va a desayunar en un bar cerca de allí y se cruza con un chico que conocía de la primaria. Ella lo evita por que su mente volaba por otro cielo. Pero él no evitó seguirla hasta poder hablar con ella. Y lo hizo.
Pasan todo el día juntos, al principio ella no le da ni una mirada, pero termina entregándole su habla. Luego de todo un día maravilloso, el debe volver a su trabajo nocturno y ella se marcha para seguir su camino hacia ningún lugar.
Pasan días, el cuerpo de Laura se hace aun más delgado de lo que era por la falta de alimentos. Su mente ya piensa en todo menos alegría y amor. Se ve obligada a volar en libertad.
Sube a un edificio viejo, va hasta la terraza en el piso 14, pisa el escalón que da a la cornisa, hasta que ya se encuentra ahí. Ya su alma empieza a pensar profundamente y cae al vacío, ya no puede volver atrás...
Pero no, todavía no era su hora, siente un brazo que la agarra fuertemente, era el chico con quien, días atrás había pasado un hermoso día. La agarra y la abraza. Luego de un momento de silencio, el logra sin rodeos, darle un beso profundo y sensual.
Y la vida para ella, continuó sin más querer volver a morir.. Sólo vivir y amar
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